En ocasiones las mamposterías de cantos rodados se acompañan de ripios y lajas pequeñas de otros materiales, como la fonolita.
Civilizaciones antiguas, sin conexión aparente pero asentadas en territorios volcánicos con fonolita, han utilizado de manera similar la capacidad sonora de estos materiales. Recientemente se ha comenzado a documentar el uso en las Islas Canarias de "fonolitos" desde época prehispánica. Una de las pistas para rastrear la presencia de estos "fonolitos" consiste en sondear la toponimia tradicional. Un ejemplo de esta concordancia se da en el roque fonolítico de Lomo Magullo, conocido también como la Montaña de la Campana. Otro caso más lejano es el Cerro de la Campana en Hermosillo, en el estado mexicano de Sonora, por donde se distribuyen originariamente plantas que hoy crecen sobre las fonolitas del Guiniguada como la pita (Agave americana), el sisal (Agave sisalana), o diferentes especies de tuneras (Opuntia sp.).